Ya era hora (carta nº 1)

La soledad que llevo
Conmigo, o mejor
Dicho la soledad que
Me sigue, tiene un aire
A ti.
Y esa soledad que es tuya
Y mía y de nadie mas es la
Que no nos está dejando vivir,
Es la que de repente llega y te
Cierra los ojos, te enfría los labios
Y te llena el rostro de apatía.
Esta soledad tiene nombre y
Apellido, hasta apodo le otorgado,
Pero hoy no digo nombre, hoy no.
Mi soledad que también es tuya,
No tiene compañía, debo suponer
Que igual a las otras soledades su
Única pareja es la melancolía,
Que son como dos gotas de agua
Por dentro y por fuera,
Que no pueden consolarse por
Mucho que lo intenten.

Me he puesto a pensar que
Si nuestras soledades se unen
Y dejamos que partan juntas,
Ellas por su rumbo y nosotros
Por el nuestro,
Ellas viajando por el mundo
Sin colores y nosotros tratando
De encontrar el color de nuestro
Mundo podremos superar la etapa
Mas larga y mas triste del amor,
Y poder ver la soledad de lejos y
Hasta burlarnos de ella,
Por fin diciéndote que feliz estoy
A tu lado sin esta soledad que me
Abrumaba y esperando que tu digas
Que feliz me siento de que tu bendita
Soledad se haya largado con la mía.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
"mi soledad baila triste en el silencio que dejó tu ruidosa ausencia" yo!

buen poema,.. a mi juicio! exios hermano!
Anónimo ha dicho que…
Tu soledad y la mia aunque acompanada parezca no tiene remedio en este mundo sin naturaleza, por eso te digo con toda firmeza tu alma en la mia se encuentra. Dios contigo y conmigo, gran poema hijo mio!

Entradas populares