El Faro

A veces y de repente el mundo se calla
Salvo el ruido de pájaros, olas y gotas,
El mundo se calla.

Entonces, hundo la cabeza bajo el agua
Y ese ruido sordo resulta placentero,
La quietud del viento que silba en las ventanas
Entra cortésmente en mis oídos.

¿De quién es esa voz que me adormece?

A veces y de repente el mundo se calla
Y una luz intermitente ilumina el mar,
No hay diferencia entre ese faro y tus ojos
Esa sonrisa que hace milagros en la noche

La luna de los hombres tiene su encanto
Su romance ancestral,
Pero la luz cálida de un faro me recuerda a ti
Me estremece, me encuentra desnudo pensándote.

Así, esa luz, atrapa mi corazón errante
Lo guía lentamente entre filos y rocas
Hasta un puerto seguro.

En el horizonte puedo confundirme,
Todo es lejano y cercano a la vez
Ese cielo que tiñe de naranja al mar
Y ese mar que anochece el cielo.

Las estrellas también...
Se hacen versos en la boca de poetas
Pero la luz cálida de un faro me recuerda a ti
Me mantiene vivo y salvo de sirenas.

A lo lejos diviso mi esperanza
Una luz de pescadores y ballenas
Girando en un faro solitario
Me acerco y te alejas, te acercas, me quedo.

Escojo la orilla de tus manos
Amarro mi barca a ese muelle incierto.

¿Eres tú esa luciérnaga que se enciende y apaga?

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